Consejos para maximizar el espacio de almacenamiento en su almacén

Bajo la creciente presión de sacar el máximo partido a las tiendas físicas, muchos minoristas han puesto, comprensiblemente, el foco en la sala de ventas. Sin embargo, cuando se trata de ofrecer una experiencia perfecta en la tienda, es igual de importante asegurarse de que el almacén funciona de la forma más eficiente posible.

De hecho, los consumidores consideran sistemáticamente que la mayor comodidad y una selección más amplia son dos de las principales razones para comprar por Internet. Maximizar el espacio de su almacén puede ayudar a combatir estas ventajas, ya que permite almacenar más productos en la tienda y reducir los tiempos de espera gracias a la mejora de la productividad del almacén.

Además, según nuestra experiencia, la mayoría de los minoristas pueden beneficiarse de una serie de cambios sorprendentemente similares y fáciles de aplicar. Los siguientes consejos describen algunos de los métodos que hemos utilizado una y otra vez para maximizar el espacio de almacenamiento y ayudar a que los almacenes funcionen mejor

Utilizar las métricas adecuadas

Lo primero que hay que tener en cuenta al intentar mejorar las instalaciones de almacenamiento de cualquier empresa es cómo cuantificar el éxito. El aspecto del éxito variará enormemente en función de la naturaleza de su empresa. Las operaciones más grandes, con complejos cambios de existencias estacionales y una enorme variedad de productos, pueden valorar la flexibilidad y la accesibilidad por encima de la capacidad, mientras que las operaciones más pequeñas pueden requerir simplemente la máxima densidad de almacenamiento.

Como en casi todas las demás áreas de la empresa, encontrar las métricas adecuadas para su almacén le ayudará a tomar decisiones informadas. La clave está en conocer su inventario: ¿Es variado? ¿Con qué rapidez se mueve? ¿Cuáles son los artículos más populares? ¿Qué artículos permanecen más tiempo en el almacén? Las respuestas a estas preguntas ayudarán a optimizar la gestión de las existencias y a determinar la distribución del almacén, lo que puede suponer un gran ahorro de espacio.

Hay una amplia gama de indicadores entre los que elegir, por lo que vale la pena experimentar para encontrar los que mejor se adapten a su almacén. Dos de nuestros favoritos son: la rotación del inventario y los días de suministro. Los productos con baja rotación ocupan espacio, pero pueden tener dificultades para venderse, por lo que deshacerse de estos productos liberará espacio adicional si necesita capacidad para artículos que se mueven con mayor rapidez. Los días de suministro permitirán reordenar a tiempo, lo que debería evitar el exceso de existencias. Los artículos con exceso de existencias reducen el espacio disponible y pueden causar un gran trastorno en las zonas de almacenamiento más pequeñas.

Considere su espacio de almacenamiento

Una vez que conozca a fondo su inventario, el siguiente paso es aplicar este conocimiento a la organización de su espacio. Al considerar el espacio de almacenamiento, nunca es mala idea recurrir a la sabiduría del almacenamiento. El almacenamiento es esencialmente el arte de guardar artículos de forma eficaz, y comprende una gran cantidad de conceptos y técnicas que pueden aplicarse de forma útil a instalaciones de almacenamiento de todo tipo.

En los almacenes, se suele hacer hincapié en la capacidad de almacenamiento, y las empresas están dispuestas a pagar grandes sumas por equipos que aportan pequeñas ganancias de capacidad. Con las prisas, los minoristas ignoran con demasiada frecuencia un concepto de almacenamiento magníficamente útil: la utilización del espacio. La utilización describe la proporción del espacio que se utiliza realmente, en contraposición a la cantidad de espacio teóricamente disponible. Si se piensa en cómo se asigna el espacio a los distintos productos, la utilización del espacio puede aumentar considerablemente con poco o ningún coste.

Por ejemplo, imagine que su almacén contiene una estantería con cinco estantes, cada uno de ellos con una altura de 40 cm para una altura total de 200 cm. En otras zonas está almacenando cajas de 20 cm de altura, lo que funciona perfectamente, pero en este caso espera almacenar cajas de 30 cm de altura. Si decide mantener la misma configuración de las estanterías, perderá 10 cm por cada estante, lo que supondrá un aprovechamiento del espacio de sólo el 80%. Una simple reconfiguración a una altura de estantes de 30 cm aumentaría el aprovechamiento al 90%.

Este es un ejemplo poco sofisticado, pero imagine la pérdida de espacio que podría experimentar en todo el almacén si decide ignorar esta sencilla lección: adapte su espacio a su inventario. Centrarse continuamente en la utilización en lugar de en la capacidad debería plantear toda una serie de preguntas: ¿Necesita su producto pasillos tan amplios? ¿Es necesario que las estanterías sean tan gruesas? ¿Serían más eficientes los cubos de almacenamiento?

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