A medida que envejecemos, el cuarto de baño puede convertirse en un lugar complicado. La incapacidad de moverse tan bien como antes, mezclada con superficies húmedas y resbaladizas, puede crear una combinación peligrosa. Las caídas pueden causar de todo, desde moretones hasta huesos rotos y lesiones graves en la cabeza.
La posibilidad de lesionarse tan gravemente puede ser muy preocupante. Pero, afortunadamente, las barras de apoyo en el baño pueden hacer que sea más seguro para usted y ayudarle a mantener su libertad durante mucho más tiempo. Siga estos consejos de GME:
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Beneficios para la salud
El miedo a caerse y hacerse daño puede impedirle hacer muchas cosas, entre ellas bañarse. Las personas mayores pueden ser reacias a bañarse o ducharse con la frecuencia que deberían porque no quieren correr el riesgo de hacerse daño. Una mala higiene puede crear infecciones y problemas de piel. Es importante para la buena salud general a medida que envejecemos bañarse dos veces por semana como mínimo. La instalación de barras de apoyo en la ducha puede darle la confianza y la estabilidad que necesita para bañarse todos los días, reduciendo la posibilidad de infecciones.
La ducha o la bañera no es el único lugar donde pueden producirse caídas. Sentarse y salir del inodoro también puede provocar una caída. A veces, es simplemente porque nos hacemos mayores y nuestro equilibrio ya no es tan bueno como antes. Otros factores de riesgo pueden deberse a la deshidratación o a la medicación que puede provocar mareos o aturdimiento si te levantas demasiado rápido.
Independencia y confianza
Poder vivir en su casa y mantener su independencia el mayor tiempo posible es importante. Es difícil sentir que se está perdiendo calidad de vida al tener que pedir ayuda a la familia y a los amigos para cosas en las que antes no se necesitaba ayuda. Pero pequeños cambios como añadir barras de sujeción a su baño pueden prolongar su independencia, su calidad de vida y su libertad para seguir viviendo como hasta ahora.
Las barras de sujeción son una forma relativamente económica de facilitar el baño, permitiéndole ocuparse de su higiene por sí mismo y no tener que pedir ayuda para ello.
Versatilidad
Las barras de agarre tienen un diseño sencillo pero son increíblemente versátiles y la forma más eficaz de estar seguro en el baño. Hay tres tipos diferentes de barras de agarre: verticales, horizontales y diagonales.
Las barras de agarre verticales son más fáciles de agarrar, ayudan a mantener el equilibrio y son más fáciles de usar para las personas con artritis. Sin embargo, debido a la dirección, las barras de agarre verticales proporcionan menos cobertura de la pared cuando se camina que otras barras de agarre.
Las barras de agarre horizontales le permiten girar el cuerpo, son resistentes cuando se levanta para ponerse de pie y facilitan la entrada y salida de la silla de ruedas y de la bañera. Están limitadas a una altura fija, lo que puede ser un inconveniente. También pueden resultar incómodas para los enfermos de artritis por la forma en que hay que contorsionar las muñecas.
Las barras de agarre diagonales se adaptan a varias alturas, proporcionan un movimiento más natural de las manos y las muñecas al agarrarlas y ayudan a pasar sin problemas de estar sentado a estar de pie. Eso sí, corres el riesgo de que se te resbale la mano cuando intentas ponerte de pie. Si compras una barra con una superficie texturizada, puede facilitar el agarre.
Además de la dirección en la que van, hay varios tipos de barras de agarre entre los que elegir.